Abril en Nueva York

Categoría: Críticas
Fecha de publicación: octubre 15, 2013
Comentario

Valeria y Pablo son una joven pareja de argentinos que vive en Nueva York. Ella intenta ser actriz y él músico de rock. Los conflictos económicos parecen dinamitar la relación, cuando ella se cansa de que su trabajo de camarera sea el único sostén de ambos. Pero sólo se tienen el uno al otro…

Abril en Nueva York se trata del primer largometraje dirigido por el actor Martín Piroyansky; cuenta la historia de una pareja argentina que intenta acomodarse a la vida en esa ciudad.
Con buena música y clásicas imágenes de Manhattan se da inicio a esta película y uno espera, por supuesto, que la ciudad sea la protagonista. Las primeras escenas son bastante prometedoras y durante unos instantes se tiene la impresión de estar frente a algo que podría funcionar. Pero con los minutos esa posibilidad desaparece cuando comenzamos a reconocer, de a poco, los indicios de un guion banal y sin andamiaje. La ciudad nada tiene que ver con las minucias que ocurren: ésta es una historia de Buenos Aires -el vocativo boludo/a es la palabra que más se repite- que, por puro capricho, el director ha querido trasladar a Nueva York.
Una pareja compuesta por una mesera y un músico (nunca sabemos qué clase de músico, ni a dónde ejerce su profesión, ni por qué o cuándo llegó a Nueva York), viven en un departamento y se muestran enamorados. Luego de que el chico se escapara de un restaurant sin pagar, la chica se da repentinamente cuenta de que su novio es una mala persona, un maniático desquiciado y lo hecha de su casa. Pronto comienza a verse con un americano buenmozo y rubio, que a todas luces es mejor partido que el argentino, pero al rato se da cuenta de que está embarazada del argentino. Y no hay mucho más.
En algún punto la película rememora las producciones independientes de los directores jóvenes americanos en las cuales la cámara se enciende y los diálogos, a pesar de estar enteramente escritos, parecen tomar forma en el momento, dotando a estas películas de una realidad genuina, casi como lo hacía Cassavetes*.
La diferencia radica en que, en Abril en Nueva York, los actores son incapaces de ejecutar esos mecanismos de realidad. Se percibe que están siguiendo el dialogo escrito; pero es un dialogo superficial que no los lleva, ni a ellos ni a la película, a ninguna parte.
Esteban Tubert
 
*El Festival de Cine de Mar del Plata presentó, en 2008, una selección de estas películas bajo el título New american independent film. Entre ellas, Nights and Weekends, de temática similar al film de Piroyansky.




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