El Solista

Categoría: Críticas
Fecha de publicación: julio 31, 2010
Comentario

Nathaniel Ayers es un prodigioso violinista que en su segundo año de conservatorio desarrolló esquizofrenia y acabó viviendo en la calle, en donde fue descubierto por el periodista Steve Lopez.

Este film está basado en una historia real, contada por Steve Lopez, a través de sus notas frente al diario de Los Angeles, y luego con la publicación de un libro referido al tema que tanto buscó para poder comenzar a escribir años atrás. Es que la misma historia nace de la búsqueda de una historia. Y esta última no es ni más ni menos que un hallazgo callejero, al encontrar a un músico vagabundo que venera a Beethoven. A medida que Lopez se introduce cada vez más en la vida de este hombre, se van creando lazos cada vez más fuertes, construyendo una extraña amistad, en la cual cada uno va a continuar expandiendo sus roles frente a sus convicciones, a través de cada artículo y de cada interpretación. Pero el mismo Lopez se va a hacer cargo de la vida de este hombre librado al azar, representado por Foxx en el rol de Nathaniel. Le consigue un departamento, profesor, un cello, lo lleva a conciertos, entre otras cosas; pero lo que no puede hacer es cambiar la forma de pensar y de actuar de Nathaniel, que a pesar de su experticia como músico termina en la calle, debido, entre otras cosas, al sufrimiento de ciertos problemas mentales, que no va a poder cambiar.

Con una estetica bastante parecida a un informe o documental televisivo, la historia se construye de modo rápido, variando las escenas en el diario de Los Angeles (ámbito de trabajo de Lopez), contra las calles oscuras de la ciudad, donde viven numerosas personas (en general negros) con enfermedades, sin casa ni trabajo. De alguna forma, podemos ver que hay cierto tipo de crítica social hacia la discriminación y al modo de vivir en esas grandes pandillas callejeras, donde corre el alcohol, la droga y el vandalismo como moneda corriente. Una crítica aunque poco sustentada porque no pasa a ser más que un fondo para la historia, creando un contexto no tan importante, sino más bien de tipo estético. Algo similar, sucede al momento de la escena del primer concierto, donde las imágenes de Nathaniel acompañan la música de Beethoven, cambiando de colores y formas (cual protector de pc), creando un destello psicodélico de imágenes abstractas al “son” de la música. Quizás se podría haber jugado un poco mas con las ideas musicales del tema con respecto a la imagen, hacer alguna referencia en sincronía entre imagen y audio, o algo que tenga un aporte más que la mera exposición de figuras coloridas sobre una música que siempre tendrá algo que contar. Y hago referencia a la música porque realmente es el tópico del film en todo sentido, sin haber sido trabajada de alguna manera especial, o más al detalle, aunque cabe mencionar que la orquesta filarmónica de Los Angeles hace algunas increíbles representaciones de muchos temas del reconocido compositor alemán. 
 
Un poco lejos de la gran adaptación de Atonement (Expiación), Wright intenta crear un clima mezclando el asombro frente a la musicalidad de un vagabundo, la explicación del por qué esa persona no se ha podido desarrollar como músico, y a su vez una denuncia o crítica hacia el gobierno frente a las diversas falencias de la sociedad del lugar. Aunque no logra transmitir una idea clara y certera con respecto a esto, y muchas veces el film da vueltas sin sentido mostrando algunas escenas o personajes “banales” que bien podrían haber desaparecido o tenido otro tipo de interacción en su aparición. Pero si hay algo para destacar realmente es la actuación de Foxx, creando ese enigmático y peculiar personaje, apartado de la sociedad pero con un talento innato, que se hace querer por los lectores en la diégesis de la historia y por los espectadores, fuera de la pantalla.
 
Nicolás Isasi




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