Living in Oblivion

Categoría: Críticas
Fecha de publicación: julio 31, 2010
Comentario

Aclamada comedia sobre el cine premiada en los circuitos de cine independiente. Nick está rodando una película en la que todo está saliendo mal, pero no está dispuesto a renunciar e intenta conservar su integridad.

La pesadillesca carrera de Nick Reve, director independiente de películas de bajo presupuesto, está al filo de la ruina tras groseros errores de filmación, adversidades y contratiempos de sus improvisados sets, y debilidades emotivo-psicológicas a la hora de tomar decisiones. Entre un mar de angustias, buscará ayuda en su destartalada troupe para poder terminar la película.

Sobria y autoirónica comedia acerca del film dentro del film, temática que ya puede ser considerada un género mismo. El italo-estadounidense DiCillo, aquí en su segundo film luego del éxito de Johnny Suede, desentraña todo lo que puede ocurrir en el detrás de bastidores de un rodaje, centrado en la figura del director en crisis, afectado por la clásica mala suerte coagulada en la ley de Murphy (véase la fantástica escena en la que todo sale perfecto sólo en momento de ensayo). Se construye un mundo de pasaje, una zona intermedia, entre las quimeras de aquel cine off apartado de Hollywood y las alucinaciones de la película a realizarse, entre tensiones del crew y opresiones de filmación.
 
Un relato que se divide en tres partes: primero dos grabaciones que terminarán siendo pesadillas de un rodaje que todavía debe realizarse. Y luego de estos espacios ilusorios, finalmente aparentamos llegar al verdadero set, en el que paradójicamente Nick buscará filmar un sueño, que será resuelto entre infinitas dificultades por la surreal entrada de su propia madre. DiCillo nos propone un juego laberíntico entremezclando cajas chinas y alucinaciones varias. Pero cada sueño es una realidad en sí que se irá entrelazando, conformando un todo narrativo junto con los otros espejismos desplazados. El mismo film permite una suerte de acceso a la psique de un director en la etapa de pre-rodaje, condensaciones oníricas, en las que se alterna visión y “realidad”, así como se van reemplazando el ojo de la cámara originaria al ojo de la segunda (intradiegética). Un ejercicio fascinante, el de la metarrepresentación cinematográfica, que abre antiguos rompecabezas caóticos desde The Big Swallow hasta hoy, pasando por delirios trouffautianos y fellinianos.
 
Películas en las películas y sueños en el sueño, para un film de bajo presupuesto (también éste) y clásico ejemplo del new american independent movie. Entretenido y sutil en su simplicidad y reflejo del cine con sus dobles o triples. Living in Oblivion (aquí “Viviendo en el olvido”) parodia el cine independiente, mostrando todos los tropezones posibles y rodeándonos de personajes inolvidables. A partir de los distraídos sonidistas o la frenética productora Wanda, que alterna indomables histerias a un deseo sexual latente; o bien Nicole, la actriz que el gentío recuerda por haber “protagonizado” una escena en la ducha en un film con Richard Gere. Y cómo no mencionar a The Wolf, vanidoso cámara-man con su look al cuero negro, boinas y ocasionales parches en el ojo. Sin olvidar al caprichoso divo Chad Palomino (cuyo nombre ya es irritante), que se mete a dar consejos antes de actuar, cambiando todo el guión y coqueteando con cualquier hembra le pase por delante.
 
Perfecto como siempre Steve Buscemi, que cumple un recorrido por los sueños ansiosos del director la noche previa al rodaje: imposible (por lo menos para quién está en el medio) no sentirnos identificados. Premio al mejor guión, del mismo DiCillo, en el Sundance Film Festival.
 
Lorenzo Barone
 






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