Comentario
Primero, la relación entre una anciana y temperamental señora, su criada de Cabo Verde y una vecina entregada a causas sociales. Tras la muerte de la primera, las otras dos se enteran de un episodio de su pasado: una historia de amor, crimen y aventuras ambientada en África.
En las misteriosas profundidades de la selva africana, una voz nos relata una historia, la de un explorador que huye de un amor perdido y que termina por darle su vida a un cocodrilo. En su muerte y resurrección animal radica, quizás, su única posibilidad de recuperarlo. De esta manera, inaugura Miguel Gomes el film Tabú: enfrentándonos, con las imágenes de un ritual que desprenden un clima embriagador y melancólico. Nos hace parte de un espacio lírico blanquinegro acompañado por una voz en off que guía (¿a nosotros? ¿al explorador?) la narración. Nos prepara para la aventura. Nos convierte a nosotros en exploradores. Nos inserta en el registro que recorrerá el resto de la película. Pero por sobre todas las cosas, a través de este cuento-fábula, revive la necesidad del relato oral, la necesidad de contar historias, y de que éstas sean oídas.
Estos primeros cinco minutos funcionan como prólogo del film, y son, a la vez, actualizados en una pantalla de cine. No somos los únicos espectadores de este relato. Es así como, en medio de una sala de cine, se presenta a uno de los personajes de la primera parte de Tabu: Pilar. Ahora, interloctura de la nostálgica historia del explorador. Luego, interlocutora de otra historia, más cercana y real, pero no por eso menos heroica.
A partir de este momento, Tabú se divididirá en 2 partes: “Paraíso perdido” y “Paraíso”. Cada una de ellas recorrida por un estilo distinto, único y extraordinario. “Paraíso perdido”, manteniendo el formato en blanco y negro, transcurre en Lisboa, y nos hace partícipes de la relación tres personajes: Pilar, una mujer solitaria, involucrada en causas sociales, cuya cotidianeidad se ve interrumpida por la intrusión de los malestares de su vecina, Aurora. Aurora es una anciana burguesa que comienza comportarse de manera paranoica, acusando a su mucama Santa, que vive con ella, de tenerla embrujada. Pilar, de una u otra manera, se hace cargo de este estado de paraonoia, y de la extraña relación que mantienen Aurora y Santa. Soporta, como puede, los arranques de su vecina. Se trata de un grupo de personajes inmersos en vidas apagadas, pero que, en busca de historias extraordinarias y maravillosas que les permitan huir de esa vida gris, se construyen un mundo más intrigante. Pilar, en el cine; Aurora en sus paranoias y en sus sueños; Santa, en las novelas de aventuras (en este caso, Robinson Crusoe) que aprende a leer en la escuela nocturna.
La primera parte del film muestra un escenario triste, donde todo parece superfluo e inconducente. Clima que por momentos, se vuelve algo tedioso. Sin embargo, detrás de la progresiva paraonia de Aurora, una paraonia que se nos muestra infinita y sin rumbo, se redespierta una trama silenciosa, que protagonizará la segunda parte del film, “Paraíso”. Es así que la primera parte nos prepara, para narrarnos una vez más, a nosotros y a Pilar, una nueva aventura, la de Aurora, un flashback gigante impregnado de intriga y romance.
La segunda parte (que sobresale por sobre la primera, sin dudas) está enteramente narrada por la voz over de Gianluca Ventura, la voz encargada de revelar un secreto: un affaire lejano pero inolvidable, que él mismo mantuvo con una joven cazadora Aurora en Africa, en los tiempos de colonia. La voz de Gianluca acompaña las imágenes mudas del recuerdo, imágenes despojadas de diálogo, en donde solamente el narrador over y la música intradiegética, dan cuerpo sonoro al relato, trazando un espacio lúdico y poético. La voz over no es un mero recurso, no esta puesto ahí simplemente para poetizar una imagen: recupera la tradicion oral y se hace cuerpo en la historia del kamikaze Gianluca Ventura, a través de imágenes llenas de un encanto genuino, de una belleza auténtica.
Tabú revive las antiguas formas del cine (el blanco y negro, la voz over, el formato 4:3), las reinventa en un azar mágico, reforzando así el exótico encanto de sus imágenes. Además, esta segunda parte, remite a los films mudos de aventuras y al universo africano creado por las peliculas de ficcion norteamericanas y europeas. Y recuerda, al mismo tiempo, una película más nueva, más contemporánea, Historias extraordinarias de Mariano Llinás, tanto en sus formas líricas, como en la construcción de un universo misterioso y salvaje.
“Paraíso” no es sólo un bellísimo ejercicio de la representación de la memoria en el cine, sino que también, nos recuerda cuan necesaria es la fantasía en nuestro mundo real y material. Como cuando los jóvenes Aurora y Gianluca imaginan en las nubes, formas de animales. Un perro, un cocodrilo. Y que ahora, tantos años después, desean escaparse una vez más de lo real, y contarnos su historia.
Carolina Romano
CLARITA DIDEROT dice:
Excelente!!!!!
Comparto la opiniòn!!!
Clarita
CAROLINA dice:
Gracias Clarita!
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