Comentario
Cuando Stark comprende que su enemigo ha destruido su universo personal, se embarcará en una angustiosa búsqueda para encontrar a los responsables: viaje que pondrá a prueba su entereza una y otra vez. Iron Man 3 es considerada por muchos críticos la mejor de la serie.
Si Iron Man del 2008 nos había mostrado a un Tony Stark elevado y caído para luego volar por los cielos como un héroe de acción, su secuela en sí dejó mucho que desear.
Habiendo tenido éxito la última entrega de los estudios Marvel, Los Vengadores del 2012, era necesario reproducir algo parecido o superior a lo que el genio de Joss Whedon nos había mostrado, cuando llegaba a juntar cuatro superhéroes en una sola cinta para enfrentar a malévolos alienígenas en plena ciudad de Nueva York. Cuestión que tendría que replantearse con un nuevo director y escritor para la posible y última entrega de la saga del Hombre de Hierro.
Dejando de lado el sarcasmo, cómico y a veces sufridor que nos ofrecía Jon Favreau en las dos primeras entregas, era nuevamente necesario crear un Tony Stark más serio y humano de lo que habíamos visto hasta el momento. Y qué mejor manera que el propio Shane Black. Este director, reconocido por su trabajo en la franquicia policial, Arma Mortal, sería la persona predilecta para recrear una historia más cerrada, sin agentes de SHIELD envueltos y otras situaciones fantásticas, en la que nos mostraría a un Tony Stark más sensible y a la vez paranoico, luego del climax final de Los Vengadores.
Iron Man 3, basada en una historia de Warren Ellis y escrita por el propio Black, nos presenta entonces a un Tony Stark confundido, con constantes ataques de ansiedad, que trata de enfrentar sus propios demonios elaborando armaduras cada vez más avanzadas, con el único objetivo de dejar de usar su traje, mientras que Estados Unidos se ve amenazada por un terrorista conocido como el Mandarín.
Lo interesante de esta última entrega no es sólo la humanización de Tony Stark ante todos los que lo rodean, sino que el mismo film toma la iniciativa de lidiar con otro tipo de trama jamás vista en una película de superhéroes, refiérase al género policial. Si ya en los primeros minutos del film, Stark nos narra acerca de como enfrentar sus demonios; la cinta no se preocupa por cuestionar cómo este mismo resuelve sus problemas, sino que más bien superpone una crisis personal con otra crisis nacional, haciendo referencia a los ataques provocados por el Mandarin. El personaje de Stark, construido en esta ocasión por Pearce y Black, se mantiene en un camino misterioso y oscuro, como un detective, entre sus averiguaciones y el descubrimiento de conspiradores que uno jamás hubiera previsto.
Ya teniendo a todos estos elementos de base, Shane Black, al igual que en Arma Mortal, no nos otorga sólo un film policial, sino que lo transforma con un buddy cop en el momento que su amigo el Coronel Rhodes se une a la aventura. Al igual que nuestro protagonista, ambos enfrentan a los malos sin súper trajes hasta el final, y por esto considero que el film debería llevar por título Tony Stark más que Iron Man 3, pues el héroe casi nunca usa el famoso uniforme durante el film.
El film se sitúa en una época interesante del año, navidad, conjugando con los patrones de sentimentalismo que el personaje enfrenta ante sus coprotagonistas, quienes han tomado distintas vías a lo largo de esta franquicia. Ya conformado con las excelentes actuaciones de Robert Downey Jr. Gwyneth Paltrow, Don Cheadle, Jon Favreau, se unen a este excelente elenco Sir Ben Kingsely, quién se muestra como un villano convincente pero que casi no brilla en la cinta. No se puede decir lo mismo de Guy Pearce, que aunque ya haya concurrido en diferentes papeles, héroe o villano, en este filme no se le subestima. Rebecca Hall en cambio, aunque juegue en la historia de Warren Ellis un papel muy especial, aquí prácticamente está desperdiciada.
A pesar de los efectos especiales conformados y la notoriedad del leitmotiv del héroe, utilizado más que en los otros filmes para resaltar las hazañas del mismo, Iron Man 3 no deja de reconocerse como el primer film de superhéroes que logra otorgarle otra cara al género ya instaurado.
Juan Felipe Wong Esparza
ESTEBAN dice:
me parecio que, habiendo tantas cosas que la biologia puede hacer y explicar, acudir a la estupidez de que los cuerpos explotan y relacionarlo con el ADN es como minimo triste.
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