The Frozen Ground

Categoría: Críticas
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Fecha de publicación: noviembre 14, 2013
Comentario

Basada en una historia real sucedida en Alaska. Robert Hansen era un padre de familia que contrataba prostitutas a las que secuestraba, torturaba y violaba; después las llevaba a una remota cabaña, donde las liberaba para darles caza como si fueran animales. Un agente de policía cuenta con la única testigo que ha conseguido escapar, la joven prostituta Cindy Paulson, para atraparlo.

El Ártico siempre ha sido considerado como un lugar desolado, inhabitable y pacífico, un lugar en donde jamás podrían producirse hechos de maldad como en otros lugares del mundo. Sin embargo, aquello que resulta totalmente inexplorable y blanco como el cielo, no es ajeno a los crímenes más atroces y violentos que uno se pueda imaginar. Pero si aspectos de esta trama habían ya aparecido en filmes como Switchback, Insomnia y Whiteout, que contribuyeron en cierta forma a crear un perfil casi perfecto del asesino serial en tierras desoladas, para conllevar un plotline perfecto sobre cómo acorralar a las víctimas en lugares inimaginables, la siguiente película nos deja un sabor más amargo.

El filme, basado en una historia real sobre el secuestro, asesinato y desaparición de 17 jóvenes en la Alaska de los ‘80, narra la historia de cómo una de las víctimas del maníaco Robert Hansen (John Cusack) llamada Cindy Paulson (Vanessa Hudgens) logra escapar, e intenta denunciar a Hansen como el culpable de sus crímenes, con la ayuda del detective Jack Halcombe (Nicolás Cage).

Si como espectador esperabas ver algo parecido al Silencio de los Inocentes, Seven o Insomnia en cuánto al proceso y captura del psicópata, este filme definitivamente ni se acerca, sino que se desvía hacia otro lado. Teniendo en cuenta que hay una sobreviviente de estos crímenes, el guión solo apunta a la búsqueda del criminal. No estamos frente al suspenso del quién persigue a quién. El guión en ciertas situaciones apunta más bien, a construir un thriller psicológico sin llegar a ese extremo, pues los acusados o culpables están ya señalados, y sólo queda ver cómo se prueba su culpabilidad ante las autoridades. El estilo pareciera asemejarse más al de una serie policial, estableciendo el patrón de culpa de Hansen sobre los crímenes que ha cometido y el proceso a través del cual la víctima junto al detective establecen y reconstruyen la veracidad del asunto.

 
Usualmente podríamos decir que no hay un gran despliegue actoral, pero Nicolás Cage en este filme hace en el fondo un buen papel, que no le veíamos representar con seriedad desde hace mucho tiempo, por lo menos desde que obtuvo el Oscar realizando Leaving Las Vegas. Lo mismo podría decirse de John Cusack, a quien habitualmente vemos lidiando con papeles de perdedores, derrotados o humillados, mientras que aquí pasa a elevar muy bien el personaje del serial killer, si bien quede en cierto sentido corta para lo que uno espera y no se explore mucho su historia o su relación familiar, salvo en sendas escenas.
 
A pesar de se presenta como un film de suspense o thriller, Frozen Ground en verdad no podría identificarse con ningún género en particular. A veces trata de encaminarse hacia esos rumbos, basados en el modus operandi del asesino, pero ahí todo se convierte en un simple procedimiento policial que intenta armar el rompecabezas reconstruyendo asesinatos y desapariciones de las víctimas. En este film no existe ni hay exigencia de un ejercicio psicológico espectatorial para poder entender la trama: sólo debemos sentarnos e intentar asimilar cómo un hombre tan desalmado pueda lograr tantas atrocidades contra gente inocente.

Juan Felipe Wong Esparza 





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