Comentario
Una mirada a la vida de Cecil Gaines (Forest Whitaker), mayordomo jefe de la Casa Blanca durante el mandato de ocho presidentes (1952-1986), lo que le permitió ser testigo directo de la historia política y racial de los Estados Unidos.
Con una impactante escena de inicio en los campos de algodón, descubrimos la crueldad de las plantaciones y el mundo de la servidumbre en manos de un niño que pretende ser algo más que un esclavo. Desde sus inicios en una casa del sur estadounidense, pasando por un conocido hotel en Washington, hasta llegar a ser mayordomo de la Casa Blanca durante varios mandatos presidenciales (Eisenhower, Johnson, Kennedy, Reagan y Nixon).
La película presenta un excelente elenco encabezado por Forest Whitaker y Oprah Winfrey en el rol del mayordomo y su esposa respectivamente, una selección de casting muy acertada en el resto de los protagonistas y un guión atrapante que sabe llevar a través de la comedia y el melodrama una obra basada en la vida real de Eugene Allen (verdadero mayordomo de la Casa Blanca) fallecido en 2010. A modo de biopic, película biográfica, se presenta el tema de la segregación racial de manera intensa mostrando la realidad que sucedía en las calles y como contrapartida aquello que se hablaba en la Casa Blanca. Como sostén de esa cruda trama en torno al racismo, se entrelazan varios episodios cumbre que marcaron historia durante este siglo, tales como el asesinato de Kennedy, la guerra de Vietnam, el arresto de Nelson Mandela o la muerte de Martin Luther King.
Una de las escenas mayor logradas por el director Daniel Lee, es el uso de un montaje paralelo en el momento de la cena, donde se puede observar: por un lado, el intento de un grupo de jóvenes negros que pretenden ser atendidos para comer en un bar de blancos (el cuál prohibía el ingreso de la otra raza) y el inicio de una cena de gala en la Casa Blanca con personajes de la clase alta, donde la servidumbre y mayordomos negros sirven una gran comida, mientras los pobres estudiantes negros sufren el maltrato verbal y físico de los blancos en un bar.
Quizás el único punto para reveer es la fotografía que por momentos llega a ser muy oscura, sobre todo en las escenas de la casa o la estación, y en cuanto a la banda sonora, hubiese sido un aporte fundamental que los diversos estilos musicales de la época (jazz, blues, country, rock and roll) acompañaran las imágenes a lo largo del recorrido que a través de flashbacks, hace verosímil una película con una historia que atraviesa casi un siglo de conflictos entre blancos y negros.
Sin dudas el final (con broche incluído) demuestra un cambio único y tan esperado con la asunción de Barack Obama a la presidencia, siendo elegido el primer mandatario en la historia de los Estados Unidos.
Nicolás Isasi
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