Sobre Futebol e Barreiras

Fecha de publicación: noviembre 10, 2013
Comentario

3º FESTIVAL LATINARAB. La película documental lanza una mirada al conflicto palestino-israelí, uno de los centros neurálgicos de las relaciones internacionales, con el Mundial de fútbol como telón de fondo.

Sobre Futebol e Barreiras nos cuenta que la cancha no es ajena a la política: la política entra en ella, se funde con los jugadores y con los hinchas, desata al mismo tiempo la furia y la pasión. Con el Mundial Sudáfrica 2010 como marco, los directores del film recogen testimonios de israelíes y palestinos, todos ellos atravesados por la misma problemática: la construcción de la identidad nacional.
 
El fútbol es el punto de partida para representar los puntos de vista sobre el conflicto palestino-israelí. Y no justamente para contarnos que en la cancha desaparecen las asperezas, sino para contarnos que allí las diferencias políticas se exacerban y recrudecen.  Hinchar por uno u otro equipo se convierte en una decisión política. Previo al partido en el que se enfrentan Alemania y Argentina, Maradona declara que, en caso de ganar, le dedicaría la victoria a Israel. Esto provoca el enojo de muchos palestinos, quienes, reaccionando a las declaraciones del DT de Argentina, cuelgan banderas alemanas en la cancha como sinónimo de apoyo.
 
Un palestino confiesa haber hinchado contra Argentina después de las declaraciones de Maradona. También, hinchar por cualquier equipo que juegue contra Israel. Un judío israelí que simpatiza a favor de Alemania es recriminado por sus compatriotas.  Un árabe-israelí, ex jugador de la Selección de Israel, cuenta que fue cuestionado ya que no se emocionaba ni lloraba al momento de cantar el himno israelí antes de jugar un partido. Estos son algunos de los testimonios que se intercalan en el film, y que revelan las raíces y la historia del conflicto socio-político a partir una pasión tan profunda como irracional, como la que despierta el fútbol.
 
Cuatro son los brasileños que viajan al otro lado del mundo durante el Mundial de Sudáfrica para registrar las antitéticas reacciones que se producen de un lado y del otro del muro. Se trata de Arturo Hartmann, Lucas Justiniano, Juan Carlos y José Menezes Asunción.  Los directores registran a los entrevistados en su cotidiano, y en su relación con el fútbol.  Muchas de las veces, la televisión se convierte en un personaje más de la entrevista.
 
Pero el fútbol no es más que un punto de partida,  un disparador para contar algo que va más allá de los límites de la cancha.  En los testimonios de los entrevistados se ponen en juego la libertad y la identidad de un pueblo, la justicia, la tolerancia del otro, el significado del ser israelí o del ser palestino.  Algunos más, otros menos esperanzadores.“A country is not only what it looks like but also what also what it tolerates”, se escribe sobre el muro de Bil´in.  Sin embargo, a medida la cinta avanza los testimonios se vuelven repetitivos, el hilo conductor entra en una meseta. El film, en su pretensión por mostrar cómo las diferencias socio-políticas se exacerban en el ámbito del fútbol, deja de lado cuestiones más humanas e inherentes a la cotidianidad.
 
Es casi de noche. Un chico palestino patea una pelota, que termina en los pies de un soldado israelí. El soldado se la devuelve. Dos representantes de lados contrarios de un conflicto comienzan así a jugar al fútbol. Por un momento, la pelota los une. Las diferencias desaparecen. Las barreras se derrumban. Una esperanza se cuela.
 

Carolina Romano 




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