Bafici: Black Dynamite

Categoría: Críticas
Fecha de publicación: abril 20, 2010
Comentario

En plenos años 70 “Black Dynamite” es un heroe afro-americano quien sólo tiene un objetivo: detener cuanto antes a “El Hombre”, quién mató a su hermano, introdujo la heroína en los orfanatos locales y llenó el gueto de licor adulterado de baja calidad.

La última película por función horaria del BAFICI 2010 planteó la llegada al Cine del Malba del mejor pistolero afroamericano, el galán único, el más fuerte, astuto y a la moda, capaz de matar a cuatro enemigos de un tiro mientras habla de mitología griega. ¿Quién será? Pero está claro, que estamos hablando de él: ¡Black Dynamite! El héroe funk de la Black Pride, que deberá lidiar contra “The Man”, asesino de su hermano, iniciador del caos-heroína en los orfanatos y planificador de la distribución de un rico licor de malta que tendrá el poder nada menos que… ¡De achicar al centímetro el pene de los afroamericanos!
 
“Can you dig it?”, se presenta Black Dynamite, interpretado por el carismático Michael Jai White, única persona capaz de hacerle frente a las fuerzas del mal, que se entrelazan en redes de mafiosos, proxenetas y complotistas, hasta llegar a la mismísima Casa Blanca.
 
Puro cine spoof, en medio de un horizonte en el que ya parecía no poder existir más lo caricaturesco de su repetición opulenta. El film funciona como parodia del género Blaxploitation (mezcla de “Black” y “Exploitation”), emergente en USA hacia los ’70 como una suerte de thriller con héroes afromericanos para público afroamericano, que además dio pie a otros resultados controvertidos. Con sarcasmo y la distancia necesaria, el film extremiza y lleva al exceso los típicos recursos genéricos de películas notorias como “Shaft”, “Dolemite” o “Willy Dynamite”, que hicieron época y cuyos recursos en estos últimos tiempos volvieron de moda gracias a Tarantino y su reutilización de subgéneros.
 
La acción aquí se sitúa directamente en los ’70, y todo es centrado en la figura del musculoso y cool Black Dynamite, ex comando en Vietnam y ex agente de la Cia, como si ya fuera poco, que mantiene un bigote característico y funciona como una suerte de superhéroe. Black Dynamite, de hecho, es una mezcla exacta de fama y approach, con el poder sobrenatural de un protagonista de comic, que sabe kung fu, se mueve como un gangster, pero que además en privado resulta obviamente ser un tombeur de femmes y llega a las soluciones enigmáticas un paso antes que todo el resto (espectacular como se resuelve el misterio policial del licor de malta con una conexión de ideas azarosas que van desde el chocolate Mars hasta Little Richard = Little Penis).
 
La estética misma del film es pensada por Scott Sanders en función de la época, con una velocidad rítmica de gags y primeros planos incesantes, así como el vestuario característico y la banda sonora soul, montaje aceleradísimo (tal vez demasiado) y algún insert animado. Resulta al final un film que se puede ver sin pretensiones y para pasar un buen rato, como sucede con las parodias, o hasta se podrían analizar los discursos implícitos que se hace del género primero y la forma, para nada ingénua y a veces hasta maliciosa, de reformularlo. Podríamos detenernos a hablar de la violencia, el machismo recargado, los personajes esquemáticos (desde los amigos del Dynamite, hasta los malvados que pueblan los bajos fondos), que se mueven entre panteras negras y megavixens, siempre previsibles. Pero todo esto será aclarado (con justicia) por estar detrás del discurso paródico, y por ende este divertido delirio esquizofrénico permanecerá siempre en su naturaleza de lenguaje segundo, sin lograr decir más que eso, pero diciéndolo de forma inteligente y entretenida.
 
Lorenzo Barone




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SION dice:

Grande Tanil. Ya probaste el licor? No vendrá en el mojito con Blue Curazao, no? Yo prefiero seguir tomando, orgullosamente, mi shot de Baileys. 😉

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