Toy Story

Categoría: Críticas
Fecha de publicación: mayo 14, 2010
Comentario

Los juguetes un niño de 6 años temen que un nuevo regalo de cumpleaños les sustituya en el corazón de su dueño. Woody, un vaquero que ha sido hasta ahora el juguete favorito, trata de tranquilizarlos hasta que aparece Buzz Lightyear, un héroe espacial dotado de todo tipo de avances tecnológicos.

Si hablamos de dibujos animados, y sobre todo en animación por computadora, no podemos dejar de pensar en un film que causó una revolución a nivel mundial, no solo por su avanzada representación en 3D, sino también por la calidad de realización, tratamiento del guión y producción de personajes memorables, que ya son parte de la vida cotidiana en diversos ámbitos, ya sea para grandes como para chicos.
La historia comienza desde el punto de vista de los juguetes, que esperan los nuevos regalos de cumpleaños de Andy (su dueño), con gran ansiedad. El problema aparece con la llegada de Buzz, un teniente espacial, con luces y todos los lujos, que viene a reemplazar al preferido del niño (un cowboy llamado Woody). Es así que por medio de confusiones y envidia entre los personajes, cada uno impone sus utilidades y su carisma ante los demás. Pero solo uno quiere pertenecer a su dueño y viajar al campamento de Andy. Así comienza un viaje en el que los dos muñecos (Woddy y Buzz), intentarán salvarse mutuamente para poder llegar a la casa nuevamente, y forjarán una extraña amistad. Sin embargo, son atrapados por Syd (vecino de Andy y atroz amenaza ante el destrozo de juguetes) y deben escapar. Finalmente los dos, luego de pasar por varios obstáculos (entre ellos la pérdida del brazo de Buzz, y la desconfianza por parte de los compañeros hacia Woody), llegan a su dueño a tiempo, en plena mudanza.
El diseño de los personajes es un poco estereotipado, pero con todos los detalles que deben tener. El vaquero, el teniente espacial, el dinosaurio, el señor cara de papa, el cerdo, los soldaditos, los marcianos, entre otros. Acorde a sus posibilidades de movimiento y funcionalidad, cada uno tiene una personalidad muy reconocible, que evade la situación de juguete, y por momentos, los mismos muñecos son más expresivos que los propios humanos (esto también lo vamos a ver en la secuela, Toy Story 2).
Un factor fundamental y también símbolo de permanencia, es la música original de Randy Newman, un gran compositor y cantante de música country; dejando el entrañable tema “You’ve got a friend in me” (Yo soy tu amigo fiel, según la traducción) que sigue recordándonos aquellas imágenes a través de los años. Otro detalle interesante es la parodia o ciertas citas cinematográficas (sin contar las menciones, parecidos o similitudes entre marcas y modelos originales de juguetes) que aparecen constantemente. Entre algunas de ellas, podemos destacar el saludo de Buzz hacia Woody en la estación de servicio, rememorando a Vulcan, de la serie Star Treck; la alfombra del pasillo de la casa de Syd, idéntica al pasillo de El Resplandor de Stanley Kubrick; o el acorralamiento de Buzz por parte de un enorme globo terráqueo parodiando la escena de Harrison Ford en Indiana Jones: El arca perdida de Steven Spielberg (inclusive en la música). Y por último las autorreferenciales, como por ej. la pelota amarilla y la lámpara que hay en el escritorio, pertenecientes al corto previo que realizó Pixar con esos mismos elementos llamado Luxor Jr (hay muchos detalles con respecto a cortometrajes previos de la productora) y al final del film, cuando Woody y Buzz vuelan para poder llegar al auto de su dueño, se oye en la radio del auto la canción “Hakuna Matata” de El Rey león (Walt Disney).
Sin dudas, un clásico de la animación contemporánea que no se puede olvidar.
Nicolás Isasi




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SHEVA dice:

Se merece más puntaje todavía.

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